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Foto del escritorMarlon Corona

Tu nombre está sobre mí

Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré. (Números 6:27).


Las personas que tienen la bendición de Dios en su vida, porque esta es el cuidado, protección, amor y provisión de Dios, nos acompaña y camina a nuestro lado.


En los tiempos bíblicos las personas ponían marcas sobre aquellas cosas que les pertenecían, y tenían un papel o una marca que comprobaba que esto les pertenecía.


Nosotros somos propiedad de Dios, porque somos el objeto de su redención. El precio de nuestro rescate y de nuestra alma es la Sangre de Jesús, y por medio de ese sacrificio le pertenecemos a Dios. (1 Corintios 6:20)


Cada persona que sea parte del pueblo de Dios debe renovarse en su entendimiento y debe comprender que su vida ya no es del destino, del pecado, ni pertenece a lo deseos carnales si no que le pertenece al Señor, no por que alguien nos lo diga, sino por que hay algo que nos testifica, hay una Cruz, un sacrificio de por medio que nos testifica que somos de Dios.


El Pastor Miguel Núñez, en una predicación dijo: “Si no crees la Palabra de Dios cree los hechos de la historia”. El se refería a que la Cruz del calvario es un hecho histórico, es un hecho ya consumado, la humanidad registra el sacrifico de Cristo. Si les es imposible creer la Palabra de Dios entonces debe ver el amor de Dios a través de los hechos, de la historia y así comprender que es propiedad, es un amado de Dios y por tanto tiene su bendición.


El Señor dice mis ovejas oyen mi voz (Juan 10:27) una marca distintiva de una persona que es propiedad de Dios, es alguien que constantemente escucha la voz de su pastor, alguien que conoce y escucha al Señor a través de las paginas de la biblia.


Para saber si es parte del pueblo de Dios, si verdaderamente ha sido comprado por la Sangre de Jesús debe poner atención a la voz que ha estado siguiendo y que ha estado moldeando su vida y que le ha dirigido.


Los que son del pueblo de Dios no pueden ser arrebatados de la mano de Jesucristo (Juan 10:28). Si realmente es parte del pueblo de Dios entonces no puede perder esa posición, no hay nada que pueda arrebatarle ese titulo y que le pueda apartar de ser propiedad de Dios.


Las personas que son de Dios, los que le pertenecen al Señor, el dice “les dare mi bendición” Si usted quiere ser una persona bendecida que camina sin temor al mañana ni al porvenir tiene que aferrarse al nombre de Dios.


Haga conmigo esta oración:

Amado padre celestial tu pusiste tu nombre sobre tu pueblo, quieres que tu pueblo tenga la marca de propiedad que nosotros seamos un pueblo que testifica ser tuyo.


No quieres que andemos por la vida errantes, sin propósito sino que tu Señor nos has llamado a ser parte de tu pueblo, nos has elegido entre todas las naciones de la tierra y nos has puesto por pueblo tuyo.


Señor tu palabra nos dice que aquellos que hemos creído en Cristo fuimos comprados por la Sangre de Jesús y ese sacrificio esta sobre nosotros, esa sangre declara que somos propiedad de Dios, es el pago de nuestra redención.


Te pedimos que nos ayudes a escuchar tu vos y a seguirla a cada paso, ayúdanos a obedecerla y no tenerla en poco y recordar que nada nos puede apartar de tu mano. En el nombre de Jesús, amén y amén.


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