No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas (Isaías 43:18).
La sanidad de Dios es un milagro hermoso y de mucha bendición. A medida que caminamos con Dios, este milagro de sanidad se revela. Ante las heridas del corazón, debemos aplicar el tratamiento que el Señor nos da en su Palabra para que la sanidad interior pueda tener lugar.
¿Cuáles son las heridas que llevan muchas personas en su corazón? ¿En que consiste ese quebranto? Si sabemos aplicar el tratamiento que la Palabra de Dios nos muestra seremos capaces de experimentar la sanidad y de esa forma nuestra vida cambiará.
A continuación, presento una lista de situaciones que pudieron crear heridas en nuestro corazón. Desde luego, está lejos de ser exhaustiva. Si usted conoce algunas más, escríbalas.
1. El fracaso en algún aspecto de la vida. 2. La traición de una persona importante. 3. La infidelidad en el matrimonio. 4. El menosprecio de alguien que valorábamos mucho. 5. Le pérdida de un ser querido. 6. El haber sido malentendido y juzgado injustamente. 7. El abandono.
La Palabra de Dios nos muestra el camino para la sanidad. Primero nos dice: "No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas" (Isaías 43:18).
El significado de este pasaje es aceptar lo vivido y aceptar que las cosas sucedieron así. Uno de los pensamientos más destructivos es el "hubiera". Cuando pensamos de esta manera, nuestra mente se enferma.
Lo mejor que podemos hacer es decir: "estas cosas pasan". Si tenemos este pensamiento, podremos recibir mejores cosas de parte de Dios, además de un futuro de esperanza y gloria.
La superación del dolor consiste en primero aceptar el sufrimiento. Es decir, reconocer que las cosas se dieron así y no buscar culpables. Por otro lado, al soltar el añoro y el pensamiento del ayer, lo que sucede es que estaremos en condiciones de recibir un mejor mañana.
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