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Impulso y consuelo

"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación." (2 Corintios 1:3).


La Biblia dice: “Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová” (Salmo 34:19). La vida está pavimentada de aflicciones y pruebas. Estas van desde las más pequeñas hasta las más grandes, desde las más sencillas hasta las más complejas.

Por lo tanto, es necesario tener ánimo y motivación en esta vida si deseamos superar aquellas aflicciones que nos rodean.


La motivación que viene de Dios


Si uno llega a perder la motivación y el ánimo para vivir, se secará como una hoja y llevará una vida infeliz. Por eso, uno de los aspectos más importantes en nuestro caminar con Dios es el de encontrar el impulso que Él, de hecho, nos quiere dar.


En la Biblia, el nombre que se le da a ese “impulso” es “consolación”. La Biblia dice: ”Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.” (2 Corintios 1:3-4).


En este pasaje, la palabra “consolación” significa tres cosas. Primero, aliento y fuerzas. Es decir que cuando Dios nos consuela, también nos devuelve las fuerzas y el aliento, animándonos a continuar.


En segundo lugar, la palabra “consolación” significa ánimo. Esto significa que Dios, en lugar de oprimirnos y descalificarnos, nos anima por medio de su Palabra y nos ayuda a mirar hacia adelante, cuando no podemos ver un mejor futuro.


En tercer lugar, la palabra “consolación” significa impulso. Cuando sentimos caer, Dios es nuestro apoyo y cuando hemos perdido la fuerza, Dios nos impulsa.

Este es el asombroso significado de la palabra consolación en la Biblia: Aliento, fuerzas nuevas, ánimo e impulso.


¿Quién cree usted que es Aquel que nos imparte ese consuelo e impulso en nuestra alma? Es el Espíritu Santo. El Señor Jesús dijo: “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre.”(Juan 14:16).


El significado de la palabra “Parakletos” usada por el Señor Jesús en este pasaje para referirse al Consolador es: Un Compañero cercano, para toda la vida.


Es interesante que la Biblia, la Palabra de Dios, enseñe que como hijos de Dios tenemos a un Compañero de vida, el Espíritu Santo. Cuando vamos al trabajo, Él va con nosotros. Si estamos en medio del tráfico, ahí mismo está Él. Para el joven que tiene que presentar un examen, el Espíritu Santo está ahí mismo, junto a él.


Por eso, resulta fundamental aprender a tener compañerismo con el Espíritu de Dios con la finalidad de encontrar motivación en la vida, de ser impulsados y consolados para enfrentar las grandes y pequeñas desilusiones de la vida, y para tener éxito. El Espíritu Santo, es la respuesta a todos nuestros problemas.


En la sociedad en la que vivimos, el ser humano es tratado como un producto. Actualmente, la gente ya no tiene relaciones personales profundas y sólidas, sino que simplemente busca cuánto valen las posesiones de una persona. Por eso, los que no tienen ánimo sufren de neurosis y soledad.


Especialmente en las grandes ciudades, la gente no sabe por cuáles tristezas o penas están pasando sus vecinos, porque no se conocen unos a otros.


Una hermana de la iglesia me contó sobre una compañera de trabajo que se sentaba en la misma línea de escritorios que ella para hacer el trabajo de oficina.

Un día, sin aviso, esta compañera suya faltó al trabajo. Después pasaron dos, tres, cuatro días, hasta que alguien dio la noticia de que aquella mujer se había quitado la vida. Nadie supo nunca la crisis que ella estaba viviendo. Al sentirse sola y no encontrar ánimo para vivir, se quitó la vida.


Siendo esta la realidad de nuestro mundo, necesitamos desesperadamente el ánimo y el impulso que Dios nos da. Este impulso nos es dado por medio del Espíritu Santo. De esta forma podemos superar la condición en la que se encuentra esta sociedad fría e individualista.

El Salmista, testificaba diciendo que Dios rescataba su vida del hoyo. Eso se encuentra en el Salmo 103:3 “Él es quien perdona todas tus iniquidades,

el que sana todas tus dolencias”.


Además, en el Salmo 40:2 “Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.”

Él decía que Dios sacaba su alma del pozo de la desesperación. Muchas veces, al igual que él,

nosotros llegamos a encontrarnos en el pozo de aflicción y desesperación.


Como pastor, he notado que nuestra sociedad está viviendo una crisis de tormentos y enfermedades mentales, como el temor, la ansiedad, la desesperación, el rencor, etc.

El Espíritu Santo, es el único que puede sanar la mente quebrantada. Solo Él, puede ofrecer una sanidad verdadera y consistente.


El 2016, fue un año decisivo para mí y para el ministerio Ascender. En ese entonces, aunque oraba y clamaba a Dios, parecía que no había avances.

En una reunión de oración, mientras cantábamos una alabanza, el Espíritu Santo me dijo: “Marlon, tienes que comprar un celular y comenzar a mandar los audios a través de la página de Ascender”.


Así que, al día siguiente fui y compré el primer celular para el ministerio. Jamás me imaginé el alcance que llegaríamos a tener. Según mis cuentas, al rededor de 200 mil personas reciben los audios. Pero todo esto no provino de mí, sino que surgió como una idea que el Espíritu Santo sembró en mi corazón.


Usted puede recibir el aliento del Espíritu Santo y su santa motivación, aún cuando pasa por momentos difíciles que no puede manejar.

El Espíritu Santo es nuestro Consolador, quien se caracteriza por ser el más grande motivador. Cuando estamos en problemas y ya no podemos llevar nuestras cargas, o estamos solos y en enfermedad, el Espíritu Santo viene a nosotros y nos alienta.


Una persona alentada por el Espíritu Santo puede dar ánimos a su prójimo. Esta clase de persona siempre comparte el buen ánimo y la paz de Dios, y se vuelve una bendición para otros.

Hoy mismo, dondequiera que usted se encuentre, invite al Espíritu Santo a estar en su vida. Permita que le dé aliento e impulso.


Además, aprenda a dar el aliento del Espíritu Santo como un regalo a aquellos que han perdido la alegría de vivir. El Espíritu Santo quiere obrar en usted hoy.



Si deseas recibir los audios de las Meditaciones Ascender en tu celular, envíanos un mensaje de WhatsApp con tu nombre al +5213322061834 ¡Es gratis y siempre lo será!

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