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Foto del escritorMarlon Corona

Haya expansión

E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así (Génesis 1:7).

El hombre tiene un mundo en su interior: el corazón. De la misma manera como un barco es dirigido por un pequeño timón, la vida del hombre es dirigida por el corazón. Antes de experimentar cualquier cambio en nuestro exterior, lo másimportante es vivir un cambio en el interior.

Ese primer cambio del que estoy hablando es el del encuentro con la luz de Jesucristo, cuando le recibimos como Señor y suficiente Salvador. A partir de entonces, Dios comienza una recreación en nuestro interior que, a su vez, va transformando nuestro mundo exterior.

Después de que Dios manifestó su luz, lo siguiente que hizo fue una separación entre las aguas. Una parte quedó abajo y otra parte quedó arriba. A esta expansión la llamó “cielo”. ¿A qué se refieren los cielos que Dios creó y cuál es su relación con nuestra vida el día de hoy?

La creación del mundo material, en realidad revela una tremenda verdad acerca de la obra que Dios lleva a cabo en el interior de aquella persona que cree y confía en Él.

La aparición de los cielos en la vida humana significa que una vida centrada en Dios está por encima de una existencia centrada en el hombre. Desde la caída de Adán y Eva, la humanidad vive de acuerdo con el humanismo ateo. Esta es una filosofía de vida que, aunque parece inofensiva, la verdad es que es altamente destructiva. Se caracteriza por estar centrada en el hombre sin reconocer su necesidad de Dios ni vivir de acuerdo con los mandatos divinos.

Pero, cuando aceptamos a Jesucristo y la luz de Dios viene a nuestra vida, entonces un cielo aparece en nuestra vida.

Ese cielo, cuando está presente en nuestra vida, significa que buscamos sobre todas las cosas a Dios y le servimos con devoción. También significa nuestra total confianza y esperanza en Dios sabiendo que Él tiene cuidado de nosotros. Es también sinónimo de ponernos en sus manos, como si fuéramos barro, para que Dios nos moldee de acuerdo a su propósito.

A partir de hoy, permita que los cielos de Dios aparezcan en su vida y viva delante del Señor con amor y convicción.

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1 Comment


Esthela Larios
Esthela Larios
Jan 22, 2019

El hombre que con Cristo se edifica, debe tener un cambio en su interior, dejando el pecado y la mentira y ese primer cambio lo alcanzaremos solo con El, cuando lo recibimos como suficiente Salvador. La Palabra de Dios dice lo siguiente en Romanos 12:1-2 "Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” Dediquémonos a honrar a nuestro Padre. Gracias Pastor, bendiciones!!

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