"Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas." (Apocalipsis 21:5)
Uno de los obstáculos espirituales más destructivos que debemos superar es el añoro. Dicho obstáculo es un sentimiento que nos mantiene mirando hacia atrás con dolor y pena, creyendo que nada nuevo, ni bueno puede suceder en nuestra vida. Sin embargo, para edificar una imagen propia sana, debemos abandonar el añoro y apuntar hacia adelante con fe y esperanza.
Nunca debemos pensar que es demasiado tarde para escribir una nueva historia por causa de los errores, fracasos o pecados del ayer. Más bien, debemos recuperar el sueño que Dios nos ha dado, sacudirnos el fracaso e intentar nuevamente. De este modo, nos encontramos en el lugar en el que la gracia de Dios se manifiesta.
Si tiene la Palabra de Dios, puede comenzar de nuevo. El pastor Ariel Kim, suele llevar consigo un billete de cien dólares en un estado impecable, a todas sus conferencias. En determinado momento de la prédica, él dobla el billete, lo maltrata, lo arroja al suelo y lo pisotea. Desde luego, todos quedan asombrados al mirar esta escena.
Entonces, él procede a explicar: “Así nos sentimos muchos de nosotros. Nuestros sueños han sido pisoteados, nuestras vidas han sido destruídas y sentimos que no tenemos futuro. Nos preguntamos si Dios nos aceptará de todos modos y pensamos que no”.
De repente, él pide que alguien de los congregantes de la iglesia pase al frente y pone en su mano el billete de cien dólares, y le dice: “Hermano, este billete está en un mal estado. De todas maneras, ¿usted aceptaría este billete?”
La persona lo toma con todo gusto. ¿Por qué? Porque es un billete de cien dólares, ¡y tiene el mismo valor de siempre! El hecho de estar arrugado, sucio y doblado, no cambia en lo absoluto su valor.
Quizá usted se sienta como aquel billete de cien dólares que luego de haber sido golpeado, pisoteado y arrugado, piensa que ya no tiene ningún valor y por eso ya no hay futuro para usted. Puede que, por causa de eso, usted se encuentre mirando hacia atrás, con dolor y pena, por lo que sucedió en su vida.
Sin embargo, no piense que es demasiado tarde. En lugar de eso, venga ante Jesucristo, quien tiene el poder para renovarnos y ofrecernos un futuro de esperanza y gloria. En Apocalipsis 21:5 dice: “Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas”.
¿Quién es aquel que está sentado en el trono? Se trata de Jesucristo, el Rey Soberano. Si nos acercamos a Él, nuestra vida será renovada. Si tan solo tenemos un encuentro con Él el día de hoy, recibiremos la bendición en la cual todas las cosas son nuevas.
Por lo tanto, no permita que el fracaso del ayer lo ate y le impida tener una nueva vida con un nuevo propósito. El hecho de que usted todavía tenga vida en esta tierra, significa que Dios quiere hacer algo con su vida, y que su destino no se ha cumplido aún.
Permítame hablarle de algo que quizá no haya notado en la Biblia, pero que puede ayudarnos a comprender que Dios es el Dios de los nuevos comienzos y las segundas oportunidades.
Le pregunto, ¿ha leído alguna vez el Salmo 119? Sin lugar a dudas, el Salmo 119 es una obra de arte. De hecho, este es el capítulo que tiene la mayor cantidad de versículos. Sin embargo, si lo analiza, notará que el salmista divide el Salmo en grupos de 8 versículos. Es decir, el Salmo 119 es un conjunto de varios salmos de 8 versículos cada uno.
Ahora bien, ¿sabe qué significa el número 8 en la Biblia? ¿Por qué razón el salmista ha dividido este salmo en conjuntos de 8 versículos cada uno? El número siete significa un ciclo completo y perfecto. Como un anillo que no tiene ni principio ni final.
No obstante, el numero 8 significa “El nuevo comienzo”. Por ejemplo, la primera creación registrada en Génesis 1, fue hecha y contenida dentro de 7 días. La creación de Dios era perfecta. Sin embargo, cuando apareció el pecado, la muerte se manifestó y arruinó la primera creación.
Cuando el Hijo de Dios vino al mundo, después de llevar a cabo su ministerio en la tierra, fue a la cruz y murió en ella pagando el pecado del mundo y destruyendo el poder de la maldición. Entonces fue sepultado y una gran piedra se rodó para cubrir la entrada al sepulcro.
La Biblia nos dice que el Señor resucitó, no el séptimo día, sino el primer día de la semana. De ahí viene el significado del numero 8, que representa el inicio de una nueva creación. Este numero significa que el pasado ha quedado atrás, junto con la maldición y la muerte, y ha llegado la vida, la esperanza y el poder de resurrección.
El tema central del Salmo 119, el cual está dividido en bloques de 8 versículos, es la excelencia y el poder de la Palabra de Dios. El salmista, inspirado por el Espíritu Santo, intencionalmente hace resaltar el numero 8 con el objeto de transmitir a los lectores que, si uno tiene la Palabra de Dios en su vida, puede empezar de nuevo bajo cualquier circunstancia.
No importa lo que haya sucedido en nuestra vida. Usted puede volver a empezar si tiene la Palabra de Dios en su corazón y en su mente. Recuerde que en Cristo, todas las cosas son hechas nuevas.
Para deshacer el poder del añoro, y para vencer la culpa y la pena, tenemos que confiar plenamente en Jesucristo quien nos dice: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” (Juan 11:25). Solo con la ayuda de Jesucristo podemos superar el ayer y escribir un nuevo futuro, el cual nos está reservado por la Providencia de Dios.
La palabra “Resurrección” viene de la palabra griega “Anastasis” que significa “Estar de pie otra vez”. En otras palabras, el Señor Jesús dice: “Yo soy el que te hace estar de pie nuevamente, a pesar de lo que haya sucedido en tu vida”. Si tan solo venimos ante el Señor con un corazón dispuesto, Él nos da el poder para levantarnos otra vez y nos concede la gracia de escribir un nuevo futuro.
Por la fe en Cristo, usted tiene un nuevo mañana para escribir en Dios. Pablo lo expresa de este modo: “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman” (1 Corintios 2:9).
El día de hoy, deshaga el poder del añoro en su vida. Ya no mire hacia atrás con dolor y pesar. Sino que mire hacia adelante, crea que Dios tiene un nuevo futuro para usted y y escriba una nueva historia tomado de la mano de Aquel que hace nuevas todas las cosas.
Interiorizar: “Jesucristo hace nuevas todas las cosas. Al estar en sus manos, Él tiene un futuro glorioso para mí”.
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