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Foto del escritorMarlon Corona

El entrenamiento de Dios

Actualizado: 31 ene 2019

Jehová dará poder a su pueblo; Jehová bendecirá a su pueblo con paz (Salmo 29:11).


Cuando una adversidad se acerca a nuestra vida, tenemos que depender de la bondad de Dios y confiar en él. Nunca debemos pensar que lo que Dios ha permitido nos destruirá. Por el contrario, debemos ser humildes delante de él y confesar: “Dios, mi vida está en tus manos. Tú tienes el control. Me rindo a ti”.


La razón por la cual Dios permite un diluvio en nuestra vida es para fortalecernos. En el Salmo 29:11, leemos lo siguiente: “Jehová dará poder a su pueblo”. ¿Qué significa que Dios dará poder a su pueblo? Significa que Dios nos fortalecerá y nos dará vitalidad en medio del diluvio.


Leí la historia de un árbol que tiene al rededor de cinco mil años. Su historia es muy particular porque a diferencia de otros arboles, éste creció en una montaña, en un terreno rocoso y en condiciones adversas. Sus raíces tuvieron que aferrarse a las rocas para sobrevivir y así mismo tuvo que soportar el calor y el frío de las diferentes temporadas. Como si esto fuera poco, el viento azotaba la montaña con más intensidad que en el valle. Es muy interesante descubrir que fue a través de esas condiciones que el árbol pudo llegar a vivir tanto tiempo.


En otras palabras, las adversidades nos hacen crecer, nos fortalecen y nos preparan. Dios está preparándolo a usted a través del sufrimiento y la prueba. Por eso, debemos ver la prueba y la aflicción como la escuela de Dios para nosotros.


Si usted está atravesando una noche oscura o un diluvio, es momento de arrodillarse ante Dios y confesar su fe, así como darse por completo a él.


Cuando los problemas llaman a la puerta de nuestra vida, tenemos que enfrentarlos con oración y fe. Aquellas personas que oran y tienen fe en la bondad de Dios, pueden superar cualquier adversidad. Las oraciones de estas personas son poderosas, su fe es más valiosa que el oro y su testimonio se vuelve invaluable.


Siempre recuerde que la prueba es la preparación personal de Dios para usted y no se desanime, sino ore y busque el rostro de Dios en medio de todo lo que le sucede. De esa forma, usted podrá comprender la obra que Dios está realizando y podrá fluir en ella. Así, usted alcanzará la felicidad y la luz llenará su vida.



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